Buenos días.
Siendo mi familia materna de la provincia de Jaén, la región que más aceite de oliva produce no solo de España, sino de todo el mundo, he decidido hacer un análisis de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres en el sector de la recolección de aceituna. Aunque la noticia que se analiza es del año 2015, la situación en el campo no ha ido a mejor, así que lo que en ella se expone no ha quedado desvirtuado por el devenir de los tiempos.
Mujer, menos fuerza, menos sueldo, menos trabajo. Se repite como un axioma en cualquiera de las noticias que se busquen sobre la situación laboral de la mujeres en el campo. "A las mujeres no nos quieren en el campo". Esa es la afirmación con la que comienza la noticia que comparto.
Si bien es cierto que la normativa que rige los derechos laborales de las mujeres en el campo ha ido acercando la situación real a un escenario cada vez más igualitario, siempre son ellas quienes se ven perjudicadas por unos estereotipos que hacen que quienes pagan, los prefieran a ellos. Así ocurría con la firma del convenio del campo de la provincial de Jaén del año 2014 en el que se recoge de forma expresa la igualdad entre hombres y mujeres en los salarios. Pero, tras conseguir que ellas cobren lo mismo que ellos y se consiga un punto de igualdad salarial en tériminos legales, el siguiente paso es que la práctica tienda a contratar a menos mujeres. ¿Por qué? Porque "parece ser" que ellas tienen menos fuerza, pero la realidad es que ellas hacen de todo en el campo, como así exponen las declaraciones de las mujeres que aparecen en la noticia. Entonces, ¿cuál es el problema? Como siempre, los estereotipos de género, y cómo con ellos se llega a una mayor precariedad laboral, a la infrarrepresentación de la mujer en la toma de decisiones y a un desequilibro latente en la conciliación de la vida familiar-laboral.
A colación de lo anterior, en la noticia también se expone que el trabajo de ellas se limita única y exclusivamente a las campañas de recogida de aceituna, siendo prácticamente inexistente su presencia en otras tareas del campo que durante el año requieren menos mano de obra, así como en las actividades formativas, lo cual merma el progreso profesional de las mismas dentro de este sector.
El problema del desempleo en el mundo rural es un problema que a nadie sorprende, pero es un problema mucho mayor en la provincia de Jaén, una de las provincias que alcanzan el pódium de las mayores tasas de paro año tras año. Además, la situación se agrava mucho más si eres mujer y te dedicas al campo. No son pocos los factores que acentúan y agudizan esta tendencia. Uno de ellos es la mecanización de muchas de las labores de la agricultura. La introducción de maquinaria supone, en todo sector, la reducción de la mano de obra y, en el del campo, son las mujeres las que sufren esta merma en perjuicio de ellos, que son quienes la sociedad ha considerado aptos para el manejo y control de esa maquinaria. También ocurre que las explotaciones de las mujeres están menos subvencionadas, como así se expone en esta noticia: https://www.rtve.es/noticias/20211015/desigualdad-mundo-rural-mujeres/2191580.shtml
Tras este análisis, se puede comprobar que la asignación de roles en función del sexo no es algo ajeno al sector agrario. Al contrario, es uno de las áreas en las que la intervención se hace cada vez más necesaria.
Por último, os dejo un documento divulgativo que refleja el diagnóstico de la igualdad de género en el medio rural del año 2021, que arroja datos interesantes sobre este asunto: https://servicio.mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/igualdad_genero_y_des_sostenible/diagnostico_igualdad_mediorural2021_folletodivulgativo_tcm30-615196.pdf
Un saludo 💜
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